Erase una vez un negro que salió de la cárcel y ya tenía mucho tiempo que no hacía el amor, así es que decidió ir a buscar a una chica mala:
Oye, mi negra, ¿cuánto tú me cobra’ por un trabajito?
Ella le responde:
Que sean mil pesos.
El negro le dice:
¿Qué? No, mi negra, que sea menos.
La mujer baja el precio:
Mmm, bueno, 500.
El hombre sigue regateando:
No seas mala, no tengo mucho dinero.
Pensándolo de nuevo, la mujer le contesta:
Está bien, ¿qué te parecen 400?
Para esto él, ya desesperado, le pide:
Que sean 200 y un celular.
Finalmente, ella accede:
Ok, qué padre, ya voy a tener celular (pensó).
Terminando el acto, el negro le da los 200 pesos, se dispone a irse y la chica lo detiene diciéndole:
¡Hey, hey!, ¿a dónde, a dónde?…¿y el celular?
En eso él le contesta:
Ah, sí, mi negra, apunta: 044 55 2098 718…